Todos aquellos que me conocen saben que no soy muy fan de los zombis y que me parecen sosos, aburridos y repetitivos. Un monstruo que últimamente es objeto de una sobrevaloración que no alcanzo an entender (he leído incluso que el fenómeno «walking dead» tiene que ver con la crisis económica internacional… ahí es nada) Sin embargo, en los últimos meses, ya con la fiebre zombi en cine y literatura bien asentada y casi pasada, me he encontrado con una afluencia de material relacionado con el tema, principalmente juegos de mesa y juegos de rol, que me han hecho pasármelo bastante bien, así que me propuse hacer mi propio homenaje al género de muertos vivientes. Nada innovador, por supuesto, ya que es prácticamente imposible innovar en el género de zombis («el zombi no es el auténtico monstruo, los monstrus son los humanos deshumanizados… bla, bla, bla») pero, espero que con un poco de mi toque personal.
Vengo también hoy con un cambio de nombre y un cambio de aspecto en el blog (no os ilusionéis, es uno de los temas básicos de WordPress) para reflejar una etapa en la que este blog pasará de ser algo personal a algo más centrado en un tema, que es el de contar historias inquietantes que, aunque no lleguen a daros miedo, si os dejen con un regustillo amargo en el estómago. Historias que, aunque casi siempre pasarán por el tamiz de lo fántástico, serán lo suficientemente cercanas para que no nos dejen sentir a gusto. A partir de ahora, estas serán mis «Realidades Incómodas».
Y sin más, y como siempre, esperando que os guste, os dejo con «Normas de actuación». Mi pequeña aportación al trilladísimo género de los muertos vivientes. Que no os muerdan los zombis.